En anteriores artículos he planteado mi forma de entender el abordaje teórico sobre las relaciones de pareja, creo ahora necesario algunos pequeños esbozos prácticos que ejemplifiquen lo que suelo atender y trabajar en mi consulta, entre los que se encuentran: los celos, la impulsividad, explosividad, exceso de control, tendencia a la sumisión, problemas de comunicación, falta de deseo…(hay muchos). Por ello he escogido algunos casos que impliquen los problemas habituales y cuyos personajes tienen nombres ficticios.
Esta pareja acude a terapia porque él dice que ha perdido la chispa, dos hijos pequeños menores de 5 años, no le apetece sexo con su mujer y siente culpa por todo ello, discuten con frecuencia. Tiene cara de asustado y al explorar la forma que tienen de relacionarse se hace evidente que Jesús tiene un perfil evitativo (evita la confrontación) y sumiso, Paula en cambio, me la presenta como una mujer de carácter dominante que dirige la relación y la familia. Él dice venir de unos padres muy tranquilos, nunca discutían, como decía su madre “todo estaba bien”, pero Paula viene de unos padres divorciados, donde el carácter de su madre era igual que el de ella y el de su padre era muy sumiso y evitativo, a todas luces su madre mandaba y guiaba la relación entre muchas peleas y discusiones.
Inicialmente el trabajo individual con Jesús fue mostrarle como su conducta sumisa y evitativa estaba socavando el vínculo entre ellos, su proceso fue pasar necesariamente por adoptar otra postura consigo mismo más implicada con lo que él quería o entendía como correcta y empezó poco a poco poniéndose límites a sí mismo ( a su miedo a confrontar y a expresar su malestar) y simultáneamente fue posicionando a Paula en otro lugar, poniéndole límites y expresándole lo que sentía en cada situación ( “no todo estaba bien” como decía su madre).
El trabajo con Paula fue otro, supuso el control de los impulsos, ya que podía ser explosiva/impulsiva y ante su necesidad de control, debía aprender a dialogar y pactar las decisiones a tomar con su pareja en lo referente a la relación conyugal y al sistema familiar.
Otro caso que nos puede ilustrar el tema de pareja podría ser el de Laura que tenía ataques de celos y a Pablo que ya no aguantaba más la situación. Ella solicitaba mayor comunicación ante la tendencia de carácter introvertido de él. Todo parecía indicar el problema de inseguridad de ella, porque Pablo no interactuaba con otras mujeres, pero en la medida que avanzamos en la terapia fueron descubriendo que sus silencios (los de Pablo), su no interacción y la falta de comunicación de éste provocaba inseguridades y huecos en la relación que Laura llenaba con un imaginario que realmente no existía y debía aprender también a darle un espacio a Pablo de libertad (lejos de su control y malas interpretaciones). Él había aprendido el modelo materno de no compartir ni sus pensamientos, ni sus emociones y de esta forma se relacionaba. Ella, en cambio venía de un modelo de padre infiel y madre insegura-celosa ante la conducta de su marido. De esta forma ambos repetían y perpetuaban el modelo de la generación anterior y con ello su infelicidad.
Wladimiro Pareja Ríos (psicólogo)
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