Las parejas acuden a terapia por diferentes motivaciones o problemas: celos, falta de comunicación, carencia de sexo y deseo mutuo, infidelidades, o simplemente porque el proyecto inicial ya no sirve, ha quedado desfasado porque las condiciones iniciales ya han cambiado. Lo cierto es que cada persona carga su propia mochila con creencias culturales, religiosas, modelos de educación parentales ( modelo madre/mujer y modelo padre/hombre), que se establecen y desarrollan en cada uno de nosotros, son como los programas instalados en el software de nuestro ordenador, que con determinadas condiciones se ejecutan. Por ejemplo: progenitores que nos hayan educado en un modelo en el que hayamos crecido viendo un vínculo entre nuestros padres de exceso de control, desconfianza, inseguridad, violencia, manipulación, miedo, dominación/sumisión, culpa, falta de expresión de los afectos. Todo ello puede ocasionar dificultades en el movimiento de la relación actual o su bloqueo.

La terapia ha de comenzar por escuchar por separado a cada miembro, entendiendo que cada uno tiene su propia visión del problema y su propia responsabilidad en su aparición y desarrollo del mismo; así como su propio historial individual (parejas previas, problemas fundamentales). En esta fase necesitamos ver la implicación de cada uno con la terapia, atender a los afectos, nivel de desgaste y calidad de comunicación en la pareja, así como elementos personales que puedan estar afectando a la misma como pueden ser el estrés laboral, la crianza de los hijos (o falta de ellos), el cansancio, el historial de la pareja (comienzo, su desarrollo, posibles interrupciones), problemas económicos y un largo etcétera a los que nos referimos en el primer párrafo con lo de las mochilas personales.

Se plantea en la mayor parte de las ocasiones un trabajo simultáneo individual y de pareja que corrija ciertas inercias o automatismos que se estén dando. Supone una visión honesta de qué hay de mi en el problema y qué hay del otro, cómo nos relacionamos y cómo nos queremos relacionar, habrá que atender al compromiso con la pareja e implicación con lo que está pasando. Recomendamos leer artículo ya publicado » Ruido en La Pareja» que aparece en este bloc.

Muchas veces observamos en terapia donde uno de los miembros se involucra y el otro le atribuye toda la responsabilidad de lo que ocurre, simplemente se limita a esperar a que el primero haga todo el trabajo.

Por ello creemos imprescindible iniciar la terapia de pareja con un pequeño enfoque individual, en el que se promueva al autoconocimiento de las cargas que cada uno pueda estar llevando a la relación.